junio 05, 2006

AMNESIA, Cuento

Siempre me han emocionado los sepelios y es por eso que me permito dejar caer unas lagrimas. Unas pocas, total a ti no te conozco.
Todos dicen que no es verdad. Que si te conozco. Que has sido muy importante para mí. Pero por más que trato, no consigo adivinar si tienen razón cuando te nombro en sordina...¡ Rocío!,¡ Rocío!
Dicen que nos conocimos cuando llegue al colegio nuevo y por orden de la profesora tuviste que soportar el verme sentado a tu lado. Que si recordara vería en mi memoria aquellos jumpers que usabas y que poco dejaban a la imaginación y aquellas sonrisas que estampabas en tu rostro como una filosa espada para herirnos a nosotros, tus enemigos, los de cotona y de corbata, a quienes inmovilizabas con solo humedecer tus labios con la punta de la lengua.
También me han dicho que solías reírte de mis gafas de marcos oscuros, de mi corte de pelo a lo príncipe valiente y de las novelas francesas que tanto me gustaba leer en los recreos, mientras Tú te dedicabas a adular al mejor alumno en alguna materia para que te ayudara en la próxima prueba. Que por eso eras mi amiga en historia y en biología , pero que luego volvías a olvidarte de mi existencia en cuanto te salías con la tuya y yo había escrito dos exámenes, uno simulando tu letra para que no nos sorprendieran.
Pero no siempre fue así, o al menos eso es lo que me cuentan. YA en cuarto medio, luego de aquel verano que pase viajando por Europa y de mi regreso con lentes de contacto, el cabello corto y moderno y una actitud menos tímida, tus ojos se posaron en mí y de los veinticinco compañeros de curso, fue a mí a quien me elegiste para ser más simpática y que una tarde me jalaste la camisa, metiste tus manos dentro de ella e inauguraste mi boca. Que yo escape imaginando que esa no era más que tu nueva forma de reírte de mí
Si me recordara de ti, podría decir lo que sentí aquella noche en casa de mi mejor amigo cuando me encerré dentro de uno de los closets con una botella de whisky para que nadie me pidiera que la sacara a bailar. Luego de varios estornudos, producto de la naftalina, que delataron mi escondite, entraste, apoderándote del whisky y de todo lo demás.
Fuimos juntos al baile de graduación, al de la graduación de los estudios secundarios y de nuestras propias inocencias. Estrenamos nuestros cuerpos en la gira de estudios. Fue en Ipanema donde te tome aquella foto donde sales tan hermosa. La misma fotografía que yo llevaba en mi billetera y que mostraba a todos como una condecoración ganada tras una sangrienta y cruel batalla.
Cuando entre a la facultad de derecho, dicen que tu fotografía continuaba en mi billetera y tú a mi lado en todo momento.
Tres años después, en nuestra época revolucionaria, quisimos participar en el centro de alumnos para ver si de allí podíamos dar la lucha para cambiar el mundo. Fue entonces cuando el Cristóbal llego a nuestras vidas. A él si lo recuerdo, su barba digna del che Guevara y sus discursos sobre igualdad. LO apoyamos en todo; las marchas que encabezamos por la Alameda hacia la Moneda por el derecho que los mapuches tenían a las tierras australes, las huidas de los pacos y del guanaco. Tus risas en todo momento. Y la fiesta del triunfo, cuando logramos que nuestra lista se impusiera frente a las otras por el centro de alumnos de la facultad, la misma fiesta de la que te saque a empujones luego de ver la manera en que felicitabas a Cristóbal
Dicen que te quise, más que a nadie. Que por eso sufrí mucho cuando me dejaste y te fuiste con él y que desde ese momento no soy el mismo. Que la amnesia me ha tocado profundo, borrando día a día pequeños trozos de memoria, especialmente aquellos donde tu reinabas.
Si, siempre me han emocionado los sepelios y es por eso que lloro, no por ti. De ti no me acuerdo. O no quiero. Pero, aún así, continuo llorando mientras entierro tu fotografía en el jardín.

1 Comments:

Blogger Natalia said...

Me encanta esta historia, te hace pensar otras cosas pero al final es algo hermoso...cuando lo leo me veo a mi mismo que hago eso y recuerdo alguien que ame mucho pero que al final termina siendo no recordado

20:06  

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